Crítica: “Contra Todos”, una danza de sangre y violencia

Contra Todos

Esta semana estrena en cines “Contra Todos” (Boy Kills World), película de acción y venganza protagonizada por Bill Skarsgård (“IT”, “John Wick 4”). La cinta es una verdadera danza de sangre y violencia al estilo de “The Boys” y “John Wick” con apenas un poco del humor de “Kick-Ass”.

Boy (Skarsgård) es un joven que deberá enfrentarse a la desquiciada matriarca de una corrupta dinastía post apocalíptica que lo dejó huérfano, sordo y sin voz. Tras vivir una trágica infancia, un enigmático chamán lo convertirá en un instrumento de venganza y lo soltará en su lejana distopía en vísperas de la matanza anual de disidentes. Intentando encontrar su lugar, Boy se unirá a un grupo de resistencia a la vez que mantendrá intensas discusiones con el fantasma de su rebelde hermana menor.

Irreverente y violenta, se une a la galería de películas que hacen mofa de la muerte y la crueldad, puerta que quizás abrió Tarantino con Kill Bill. Es arrogante desde la previa al destacar que en la producción está nada más ni nada menos que Sam Raimi (“Evil Dead”, “Spiderman”). Sin embargo, cae en repeticiones, en lo ya visto, para contar una historia con giros carentes de sorpresas.

Las interpretaciones

Una vez aclarado las “falencias” hay que destacar los grandes aciertos de la película debut del director Moritz Mohr. Skarsgård lleva perfectamente su papel. Sin tener una sola línea de diálogo (con su propia voz), la habilidad para hablar con su rostro es asombrosa. Sí, la película presenta cierta exageración a la hora de actuar, lo que va con el tono de la misma, pero en Boy eso es una ventaja.

Contra Todos cuenta con un reparto estelar. A Skarsgård lo acompañan Famke Janssen (“X-Men”), Sharito Copley (“Maléfica”), Brett Gelman (“Stranger things”) y Michelle Dockery (“Los Caballeros”,“Downton Abbey”), entre otros.

El personaje de Dockery se destaca con toda su maldad, impunidad y excesiva confianza, algo que caracteriza a todo el clan Van Der Koy. Ella es quien maneja las riendas desde las sombras, quien sostiene el imperio de la inestable matriarca Hilda (Janssen). La arrogancia del personaje le queda muy bien y la aleja rotundamente de la comprensiva lady Mary Crawley.

Como contraparte, es difícil no ver al renegado periodista Murray en la interpretación de Gideon Van Der Koy que hace Gelman. El divertido papel que llevó adelante en la serie de los hermanos Duffer parece repetirse en Contra Todos. Sin embargo, en cierto punto se vuelve fundamental y oportuno para la trama.

Sin lugar a dudas, la película es un buen pasatiempo y cuenta con un gran potencial de desarrollo de un universo cinematográfico propio. ¿Podremos saber más del pasado de June 27? ¿Qué pasará con la sociedad tras los hechos de la película? ¿Qué será de Boy?

En definitiva, Contra Todos es una divertida cadena de obviedades con pequeños destellos de creatividad y abundante acción y violencia.

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