El grupo uruguayo de rock El Cuarteto de Nos ofrendó la noche del jueves un explosivo y energético recital con el que colmó la capacidad del estadio porteño Movistar Arena en la mitad del tour argentino de presentación de su más reciente disco “Lámina Once”, ratificando además el carácter que lo distingue dentro de la escena del género.
Frente a una juvenil marea humana -ya que esta vez el reducto del barrio de Villa Crespo quitó las sillas de ese sector- y desparramando una potencia que se esparció por todo el lugar, la banda nacida en 1980 en Montevideo regaló un espectáculo nutritivo capaz de devolverle al rock el gesto contracultural que es parte de su diverso ADN.
Sólo así se explica que la multitud haya gritado y saltado con estrofas como “Trabajando duro, ganando el dinero/Y comprar lo que no sé si necesito pero quiero/Y cada mañana siempre me pregunto/ ¿Por qué el despertador quiere gritarme?/¡Dale! ¡Marioneta!/¡Son las siete! ¡Levantate!”, del tema “Marioneta” que promedió la incendiaria velada.

Pero, además, El Cuarteto de Nos arropó con sonidos potentes y pegadizos que en directo subrayaron sus atributos rítmicos todo un repertorio que logró combinar la crítica, el humor y una serie de preguntas existenciales despachadas en medio de situaciones mundanas.
Sin la pretensión de regalar una suerte de “filosofía para principiantes” pero sí planteando un discurso interpelador y rabioso, el conjunto que en esta gira apela a seis músicos en escena combinó eficazmente los ingredientes para que la fiesta no suspendiera el pensamiento, algo que en el show business actual se asemeja a un milagro.