Inseparables es una entretenida nueva versión del Quijote

Esta semana estrenó en cines Inseparables, la nueva aventura animada del director Jérémie Degruson (El hijo de pie grande, Trueno y la casa mágica). La historia es una divertida y entretenida adaptación del Quijote de Miguel de Cervantes Saavedra, con marionetas como protagonistas.

Don es el bufón del grupo de marionetas. Cada noche ofrecen una función rutinaria al público que asiste sin saber que los muñecos de madera se mueven sin titiritero. En la obra, Don siempre termina humillado y siendo motivo de risas, pero cansado de ese rol se fuga y emprende un viaje para convertirse en héroe. En el camino encontrará a DJ Doggie Dog, un peluche abandonado en Central Park que busca hacer amigos. Por eso ignorará los delirios fantásticos de Don y lo acompañará en el viaje con el anhelo de pertenecer a una nueva familia.

La cinta tiene mucho dinamismo y presenta distintos estilos de animación colorida: utiliza el 3D al estilo Toy Story para contar lo que está pasando, y el 2D para diferenciar los momentos que ocurren en la imaginación de Don.

No es casual que algunas cosas suenen conocidas ya que el texto está a cargo de Joel Cohen y Alec Sokolow. En 1995, los autores hicieron historia al escribir el guion de “Toy Story”, una exitosa película animada que estableció la ingeniosa idea de que juguetes animados pueden liderar una aventura.

Ellos están ahora detrás de “Inseparables”, una nueva fantasía protagonizada por un perro de peluche y una marioneta de Don Quijote. Es otra producción de los estudios nWave de Bélgica, compañía líder en Europa.

La búsqueda del sueño

Inseparables” comienza con una frase de John Lennon: “Un sueño que sueñas solo es sólo un sueño. Un sueño que sueñas junto a otros es realidad”. La frase será la excusa para contar una historia en la que la amistad tiene un papel central.

A su vez, la película rompe con los estereotipos de los cuentos de hadas: el héroe del cuento se acobarda ante el primer conflicto que enfrentan las marionetas, el bufón emprende un viaje para descubrir su verdadero valor, la damisela en apuros demuestra ser dueña de su propio destino y salvarse a sí misma. Cada personaje se redescubrirá a los largo de la historia.

“Al principio, Don utiliza su imaginación para escapar de su realidad, para reinventarse. No obstante, poco a poco, también aprende a utilizar su imaginación para ayudar a los demás”, comenta el director Jeremy Degruson. “Es una historia de aventuras y amistad, una oda a la imaginación que nos invita a salir de nuestra zona de confort en busca de la magia”.

Las técnicas de animación

Sobre las diferentes técnicas de animación que hay en la película, Degruson destaca: “Hay diferentes tratamientos. Nos mantenemos en un registro realista cuando seguimos a los personajes en sus vidas “reales”, pero cuando Don entra en sus fantasías y se pierde en su imaginación, el aspecto de la película cambia completamente. El 3D se mezcla con el 2D, lo que crea algo bastante surrealista y muy colorido. Don mezcla la realidad y las cosas que ha leído en los libros, por eso tuvimos que crear un mundo único, completamente suyo, sobre lo que pasa en su mente. Una escoba puede convertirse en un troll, una tapa de alcantarilla en una ballena, un molino de viento de minigolf en un dragón”.

El director revela además sus influencias cinematográficas. “Evidentemente, “Toy Story” ya que trabajamos con algunos autores de la película en nuestro guion. También me inspiran mucho las películas de Terry Gilliam, como “Brazil” o “Las aventuras del Barón Munchausen”. Como también nos inspiramos en El Quijote, establecemos ciertas conexiones con la obra. Finalmente, en las fantasías de Don hay algo muy surrealista, y también muy belga, como si Magritte se encontrase con Tolkien”.

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